Si hay algo
por lo que para mí ha sobresalido siempre Roberto López-Herrero, aparte de por
su tremenda inteligencia, es por su gran y ágil sentido del humor (cargado de
ironía, no siempre fina). Para mí es un inglés que un día se perdió por aquí, y
aquí se quedó. Un hombre al que si vieras en mitad de los Monty Python no
desentonaría lo más mínimo. Y eso ha venido demostrando en libros como “Antonio mató a Luis en la cocina con un hacha porque le debía dinero” o “Una conspiración mundial secuestró a mi perro para que yo no contara todo lo que sabía”. Sin embargo, en “Normal”
Roberto da un giro y se pone serio (si es que hay algo más serio que la risa
inteligente).
¿Qué hace
más complicado a la policía que el hecho de perseguir un asesino en serie, cuya
“serie” no ninguna relación? Pues precisamente que el asesino sea alguien “normal”.
Sí, una persona con una trabajo aparentemente normal, con una familia
aparentemente normal, con un día a día normal.
Y ahí nos
lleva Roberto, a seguir una investigación policíaca en la que no hay pistas ni
rastros, y en la que nadie parece haber visto al asesino, porque puede
confundirse con cualquier otra persona. Una caso que parece que sólo podrá
resolverse si el asesino comete algún error, ya que la única pista que tienen
sobre él, es que se trata de alguien normal.
Narrada de
una forma dinámica, hace que te sumerjas en ella y pases las páginas sin apenas
darte cuenta. Con unos personajes sencillos, que no simples, que consiguen que
te sientas identificados con ellos en alguno de sus aspectos, porque son
cotidianos, pero, eso sí, perfectamente dibujados.
Y aunque ya
he destacado que en este caso no se trata de una novela de humor, no por eso el
autor renuncia a utilizar su habitual ironía y sarcasmo, lo cual sus seguidores
agradecemos.
Por eso os
invito a sumergiros en esta novela que de tan normal que es, de normal no tiene
nada. Si es que acaso la normalidad existe.
Roberto,
gracias por compartir tu ingenio, porque lo tuyo sí que no es normal, es algo
totalmente ‘expecial’.