martes, 25 de agosto de 2015

NORMAL de Roberto López-Herrero


Si hay algo por lo que para mí ha sobresalido siempre Roberto López-Herrero, aparte de por su tremenda inteligencia, es por su gran y ágil sentido del humor (cargado de ironía, no siempre fina). Para mí es un inglés que un día se perdió por aquí, y aquí se quedó. Un hombre al que si vieras en mitad de los Monty Python no desentonaría lo más mínimo. Y eso ha venido demostrando en libros como “Antonio mató a Luis en la cocina con un hacha porque le debía dinero” o “Una conspiración mundial secuestró a mi perro para que yo no contara todo lo que sabía”. Sin embargo, en “Normal” Roberto da un giro y se pone serio (si es que hay algo más serio que la risa inteligente).

¿Qué hace más complicado a la policía que el hecho de perseguir un asesino en serie, cuya “serie” no ninguna relación? Pues precisamente que el asesino sea alguien “normal”. Sí, una persona con una trabajo aparentemente normal, con una familia aparentemente normal, con un día a día normal.

Y ahí nos lleva Roberto, a seguir una investigación policíaca en la que no hay pistas ni rastros, y en la que nadie parece haber visto al asesino, porque puede confundirse con cualquier otra persona. Una caso que parece que sólo podrá resolverse si el asesino comete algún error, ya que la única pista que tienen sobre él, es que se trata de alguien normal.

Narrada de una forma dinámica, hace que te sumerjas en ella y pases las páginas sin apenas darte cuenta. Con unos personajes sencillos, que no simples, que consiguen que te sientas identificados con ellos en alguno de sus aspectos, porque son cotidianos, pero, eso sí, perfectamente dibujados.
Y aunque ya he destacado que en este caso no se trata de una novela de humor, no por eso el autor renuncia a utilizar su habitual ironía y sarcasmo, lo cual sus seguidores agradecemos.

Por eso os invito a sumergiros en esta novela que de tan normal que es, de normal no tiene nada. Si es que acaso la normalidad existe.

Roberto, gracias por compartir tu ingenio, porque lo tuyo sí que no es normal, es algo totalmente ‘expecial’.