jueves, 18 de septiembre de 2014

NO EXISTEN LOS MONSTRUOS de Víctor Blázquez



 


“Me da que hoy en la Feria del Libro no firmo ni uno. A menos que traigáis barco. O neopreno. O seáis peces #NoDiscrimino”
Y de esta extraña manera comienza mi historia con esta novela.
Si hay algo que a mí me puede y me desarma, es el humor. Y cuando una tarde de junio, efectivamente tremendamente lluviosa, apareció este tuit en mi TL, y trabajando yo a 10 minutos de la Feria, no me lo pensé y me decidí a ira a conocer al autor que me había arrancado esa sonrisa-carcajada, y no me defraudó para nada. Y, efectivamente, me empapé porque no llevaba neopreno. 

En “No existen los monstruos”, Víctor Blázquez nos lleva a plena Segunda Guerra Mundial, a la Checoslovaquia ocupada de 1942, cuando los aliados preparan un importante golpe contra los nazis. Un atentado que podría cambiar el curso de la historia.
Junto con los hombres que preparan dicho atentado convive un extraño americano que investiga unos crímenes en serie que tiene en jaque a la población de Praga.

En este libro, Víctor Blázquez mezcla espléndidamente dos líneas narrativas paralelas, que a priori pueden parecer inconexas, pero que se conectan sin ningún problema, sin que resulte raro o chocante en ningún momento. Por un lado, novela magistralmente un hecho histórico como es la Operación Antropoide, en la que los aliados planearon y llevaron a cabo un atentado para acabar con la vida de Reinhard Heydrich, uno de los hombres más poderosos del ejército nazi. En esta línea, Víctor Blázquez nos da una buena lección de historia, y demuestra su capacidad para novelarla sin perder un ápice de realidad (salvo alguna licencia que se toma el autor, y que al final justifica).
Y por otra parte, pero no en un segundo plano, porque ambas historias son protagonistas, nos introduce de pleno en una novela negra, en la que Sean Cassidy se ve inmerso en la resolución de unos crímenes, intentando dar caza a un escurridizo asesino en serie, que le toca más de cerca de lo que sería recomendable. Un Sean Cassidy al que vamos viendo evolucionar de manera inesperada.

Víctor nos hace viajar de de las tribus americanas precolombinas a la Segunda Guerra Mundial, pasando por el Londres de Jack El Destripador. Y dejándonos con la incógnica de si, en su conquista, Ponce de León consiguió encontrar la fuenta de la vida eterna.

Nos vemos inmersos en una aventura que mezcla novela histórica  con acción, suspense, e incluso con unas pinceladas de romanticismo. Y el resultado no es para nada desdeñable, sobre todo teniendo en cuenta que el punto fuerte, y por lo que Víctor se ha hecho un hueco en el mercado, es la novela de serie Z. Aunque confieso me quedo con ganas de saber qué hubiera pasado de haber desarrollado cada línea argumental en dos novelas distintas, pudiendo dedicarle el 100% a cada una de ellas. 

De momento sólo sé que yo nunca he sido lectora de novela Z, pero que es más que probable que a la saga de “El cuarto jinete” caiga en mis manos.




martes, 2 de septiembre de 2014

REFLEJOS EN EL ESPEJO de Luis A. Santamaría




Los que no conocéis a Luis A. Santamaría, os diré que es un autor joven (insultantemente joven) y con todo un futuro por delante.

En “Reflejos en el espejo” no nos trae sólo una historia, ni siquiera sólo una mezcla de historias que se entrecruzan hasta que terminan enlazándose entre ellas. Si no que además nos trae una reflexión y una esperanza.

Dani Santos es un joven con su vida ordenada, dividiendo su tiempo entre sus obligaciones y su gran pasión, que es el baloncesto. Dani tiene su familia, sus amigos, e incluso un incipiente amor en la figura de Sofía. Pero un día, una mala pisada en el camino, hace que su vida dé un vuelco. En ese momento, Dani tiene que aprender a volver a vivir y sobrevivir, a volver a amar y a volver a soñar. Podría decir que también a volver a ser feliz, pero quizás nunca lo fue realmente antes de ese accidente. Otro tema es el precio que tendrá que pagar por ello.

A través de la mirada de Dani Santos, descubrimos y observamos los caminos de su vida. Los caminos literales, de su pueblo, de su ciudad, de su día a día. Y los caminos metafóricos que le llevarán a reencontrarse y a conocerse, a la vez que le conocemos nosotros.

Mientras tanto, otras historias se irán entre cruzando ante la mirada del lector. Historias que todas tienen un lugar, un momento y un por qué. Historias que, poco a poco, irán haciendo cómplice al lector, y conmoviéndole (aquí sí que os recomiendo que estéis muy atentos a la historia de Angie, os aseguro que a mí me pellizcó por dentro de una forma increíble, como sólo las buenas historias, las de verdad, son capaces de hacerlo).

“Reflejos en el espejo” es una historia de la vida, que podría ser de la vida de cada uno. Una historia que muestra y provoca sentimientos reales. Una historia de errores y aciertos. Y de segundas (incluso terceras) oportunidades. Una historia de aceptarnos delante de nuestro espejo.

Está claro que en algunas ocasiones, esta novela puede tener los pequeños fallos y pecados que cualquier escritor joven y novel puede cometer (pero no seré yo la que los remarque ahora). Pero no está menos claro que se vislumbra una capacidad de comunicar, atraer, hipnotizar y emocionar que muy pocas personas tienen.

Sólo puedo añadir, que estéis muy atentos a Luis A. Santamaría (que yo, desde luego, pienso estarlo). 

Nota: A esto que viene a continuación bien podría haberlo llamado 'Edición 1'. Tengo esta reseña escrita hace algún tiempo, y, de acuerdo con Luis, pensamos que era mejor publicarla después de las vacaciones. Casualmente (o no), ha coincidido con la salida al mercado de su segunda novela: “El secreto de Oli”. Yo todavía no he tenido oportunidad de leerla, pero sé que tiene que ser excepcional. Sé que no me va a gustar, me va a encantar. Y con sólo haber mirado a los ojos a Luis una vez más, sé que poco a poco va a tener el éxito y se va a hacer el hueco que se merece. Gracias Luis por tanto cariño.