miércoles, 23 de julio de 2014

ESPÉRAME EN PARÍS de Susana Cañil




Un día te pones a navegar por las redes sociales y en das con una mujer que se llama Susana Cañil y que tiene una novela publicada que se titula “Espérame en París”. Chick-lit (que en realidad luego no lo era tanto), París, cuarentañeras, amor, amistad… pintaza!!! Y, obviamente, te haces con ella.

Te sumerges en las páginas de “Espérame en París” y lo haces en la vida de Olivia, una mujer que ronda los cuarenta años, guapa, con estilo, que tiene éxito en su trabajo como ayudante de una famosa diseñadora, con un marido, Alberto, que realmente la quiere y unos hijos a los que adora, y que tiene tiempo para compartir con sus fieles amigas.

Sin embargo, en el mundo de Olivia, como en el de todo el mundo, no todo es tan perfecto como puede parecer: Tiene esa edad crítica en la que muchas mujeres se replantean muchas cosas, su jefa es una mujer insufrible que hace de su trabajo un infierno y que no le permite avanzar, se encuentra atrapada en un matrimonio que hace tiempo perdió toda pasión y emoción, y se refugia en brazos de Mario, ese amante que le da esa pasión que no encuentra en su marido, pero que no le ofrece ninguna estabilidad ni perspectiva de futuro.

Pero ahí están sus hijos, que son los que le dan fuerzas cada día para seguir adelante y para no tirar la toalla. Y sus amigas, sus “sirenas”, que son su refugio, su realidad y su verdad.
Queda claro que el universo de Olivia está compuesto por unos secundarios de lujo, los cuales la autora va presentando poco, sin resultar avasalladora  ni aburrida, dándonos los detalles necesarios en cada momento para que podamos dibujar un perfil completo de cada uno de ellos, de una manera magistral.
De todos ellos, yo me quedo sin duda con esas amigas, esas “sirenas”, que tanto necesitamos (al menos yo) en la vida real, para darle sentido a un día a día que muchas veces es una locura, o para tener otro punto de vista sobre los problemas cotidianos, para reírse, llorar, o emborracharse.

Pero llega un momento en el que Olivia toma decisiones. Esas decisiones que necesita para encauzar su vida hacia donde ella quiere, priorizando sus necesidades sobre las de las demás, para ser realmente feliz.

“Espérame en París” es una novela ideal para llevarte de vacaciones: fresca, amena, divertida, pero que a la vez te hace pensar, te hace plantearte si estás haciendo todo lo posible para conseguir tu propia felicidad. Y te da ánimos, te da esperanza, porque en esta vida nada, ni siquiera lo malo, es para siempre.

Cuando la leí, me costó creer que fuera la primera novela de la autora, y desde luego estoy deseando que termine y publique la segunda. Susana Cañil es una mujer única, que desprende fuerza, generosa, entusiasta, optimista, un bombón por fuera y por dentro. Una mujer, que tendrían que vender en cachitos para que cada uno pudiéramos llevar un trozo de ella siempre encima.

¿Y tú qué decisión hubieras tomado? ¿La misma que Olivia? Yo me reservo la mía.

PD: Susana, tú espérame en París… o donde más te apetezca, que allí iré yo.


martes, 15 de julio de 2014

LOS PASAJEROS de Gabri Ródenas




Todo lo que yo pueda decir de Gabri Ródenas es poco. Hace tiempo que le debo alguna reseña en el blog, y me he aprovechado de su generosidad para ir retrasándolo hasta este momento.

“Los Pasajeros” supone una revolución respecto a las anteriores novelas de Gabri, que cada vez va dejando el listón más alto. No sé ya qué podremos esperar de la siguiente.

En “Los Pasajeros” comparten escenario personajes tan dispares como Teresa de Silva, una filósofa y ávida lectora, Nico García, un joven desahuciado de la vida, Tim Heredia, un médium que da ese punto canalla tan imprescindible en las novelas de Gabri, Cata, una misteriosa gata, e incluso Diego de Vega, es decir, el mismísimo Zorro.

Una de las cosas que me ha gustado especialmente es que estos personajes se presentan a sí mismos en primera persona, quedando de esta manera claramente diferenciadas sus dispares personalidades. Yo tengo que destacar el capítulo que sirve de presentación del segundo personaje, Nico García, el cual me pellizcó totalmente el alma.

La novela nos habla de unas vidas cruzadas, aparentemente por casualidad, y que convergen en un punto de no retorno para embarcarnos en una aventura a través de viajes en el tiempo y en el espacio. ¿O acaso es algo tan sencillo como la sincronicidad? Tendréis que descubrirlo, porque en las novelas de Gabri siempre hay que rascar un poquito. Y en “Los Pasajeros” podemos sumergirnos, casi sin darnos cuenta, en el mundo de Chesterton, o en los personajes de René Magritte. De la mano de unos secundarios, tan principales, como lo son Caronte y sus golconditas. El resto, debéis averiguarlo vosotros.

Gabri Ródenas posee un increíble talento para estudiar, ver y observar la actualidad política, económica y social, que parece que le permite “predecir” sucesos. No creo que él pueda viajar en el tiempo ni tenga una bola de cristal en casa, sencillamente tiene una capacidad de análisis tan extraordinaria que parece que sea un visionario. Y no sólo en esta novela.

“Los Pasajeros” nos deja al final un muy buen sabor de boca, ya que deja latente un tremendo optimismo, una gran esperaza… ¿quizás en el ser humano?

Quiero destacar que las novelas de Gabri desprenden un sentido del humor y una ironía que considero totalmente necesarias hoy en día. Quiero aprovechar para recomendaros que os hagáis también con sus dos primero títulos “El búnker de Noé” y “Estación Orichalcum” los cuales me engancharon desde la primera página, y que, como bien sabe el autor, su protagonista, León Poiccard me tiene totalmente enamorada.

No puedo terminar esta reseña sin expresar mi absoluta admiración hacia Gabri Ródenas, su gran talento literario, su sublime sentido del humor y su infinita generosidad. Gracias por todo, cowboy.